REFLEXIÓN

El Perdón llega a convertirse en un estilo de vida. Se hace parte de nuestra cotidianidad y de esa manera no acumulamos deudas contra otros, ni dolores por las deudas emocionales de otros.

Aprendemos a pedir perdón sin demora, y aprendemos a no guardar rencor, ni buscar justicia con la venganza; perdonamos al que nos ofende una y otra vez.

Eso trae dicha a nuestro corazón y nos permite amar, ser diferentes, alejarnos de lo que lastima a otros y lo que nos lastima. Las herramientas que recibimos las podemos usar una y otra vez, y además las podemos compartir donde quiera que estemos.

DESAFÍO DE HOY

Piensa en una imagen que describa lo que el perdón ha traído a tu vida; algo que estás empezando a disfrutar. Busca esa imagen y compártela con alguien, contándole el camino que estás recorriendo y la libertad que estás encontrando.

Recuerda que todo lo que has recibido son herramientas para la vida, para la cotidianidad de tus relaciones y para la permanente sanidad de tus heridas; porque estamos en un mundo en el que diariamente herimos y diariamente somos heridos.

 ¡Disfruta la transformación de tu corazón gracias al perdón!