Desafío 4

Vivo desde mi Ser Real en la medida que voluntariamente pongo a Jesús en el centro de mi yo; un desafío diario, constante y permanente.
Al romper con los estereotipos impuestos, encuentro mayor libertad, porque VIVIR AUTÉNTICAMENTE ES POSIBLE. Me arriesgo a ser vulnerable y a no vivir en el engaño de creer que mi valor lo encuentro en lo que hago, lo que tengo o lo que otros dicen de mí. El amor incondicional de Jesús va quitando la vergüenza, el miedo y la confusión de mi corazón, para así vivir con menos máscara y menos mentiras, no teniendo que esconderme ni aparentar lo que no soy; este es un amor que transforma mi corazón, lo completa, lo hace íntegro y pleno.
Este desafío consiste en observar mi rueda de la vida (ejercicio que desarrollé antes de iniciar el taller); escogeré 2 áreas de mi ser en las que quiero encontrar mayor libertad, ser más vulnerable y vivir la transformación que Jesús trae con su amor incondicional, su paz y su plenitud.
Hago una lista al reflexionar: ¿Qué puede ser diferente en cada una de esas áreas?
Ahora completo la frase tantas veces como pueda: En esta área siento que Jesús quiere…
Cuando finalices este tiempo, en el chat del grupo escribe: DESAFÍO 4 – JESÚS EN EL CENTRO DE MI YO