
Somos una comunidad
en la que vivimos juntos la Espiritualidad de Jesús
que libera, sana y transforma el corazón,
y donde puedes ser amado y no juzgado



En nuestra comunidad deseamos que nuestras vidas experimenten más a Dios Padre a Jesús Dios Hijo y a Dios Espíritu Santo. Al ver su dinámica de interacción y las formas en que obran en nosotros los seres humanos, permitiremos la continua transformación del corazón.
Detente y observa las 3 imágenes; ¿cómo te conectan con el Padre el Hijo y el Espíritu Santo?
Ahora te animamos a leer de una manera lenta, calmada y pausada unas palabras del mismo Jesús, donde nos deja ver un poco más de ese constante intercambio con el Padre y el Espíritu.
LEE UN PAR DE VECES Y ESCUCHA CON TU CORAZÓN EN SILENCIO
«En ese momento, Jesús, lleno de alegría del Espíritu Santo, dijo: «Te alabo Padre, Señor del cielo y de la tierra porque has escondido estas cosas de los sabios y entendidos, y se las has revelado a estos que son como niños. Sí Padre, porque así te agradó». Lucas 10:21 – P.D.T.
«Sin silencio la palabra de Dios no puede dar fruto… mientras nuestros corazones y nuestras mentes estén repletos de palabras puramente humanas, la palabra de Dios no dispondrá del espacio necesario para penetrar a fondo nuestros corazones y dar fruto. En el silencio y gracias al silencio, la palabra de Dios desciende de la mente hasta el corazón».
Potente afirmación de Henri Nouwen y valiosa inspiración para detenerte y estar DOS MINUTOS EN SILENCIO delante de Dios Padre, Jesús Hijo y su Espíritu Santo.
ESCRIBE
¿Qué hace El Espíritu Santo en Jesús y qué efecto produce en Él?
Cuando Jesús habla, ¿qué dice del Padre y de sus acciones?
Si descubres una conexión entre Padre, Hijo y Espíritu descríbela y obsérvala.
¿Qué te ofrece Dios hoy a través de las palabras de Jesús?
¿A que te invita Dios para estrechar tu conexión con Él?
REFLEXIONA Y RESPONDE
Revisa lo que Dios puso en tu corazón al escribir, expresa a Dios en oración lo que te conecta con Él como Padre, como Hijo y como Espíritu Santo y pide que su verdad se haga realidad en tu vida…
¡Sigamos juntos caminando en nuestra espiritualidad fundamentada en Cristo!